El retorno del impuesto al sol encubierto
hace 5 horas
¿Estás listo para descubrir la verdad incómoda que nadie quiere que sepas sobre la energía solar en España?
Porque lo que parecía una victoria para los consumidores de autoconsumo, podría estar convirtiéndose en su próxima pesadilla… encubierta.
El espejismo de la libertad energética
Durante años, los hogares con placas solares celebraron la abolición del infame Impuesto al Sol.
Un tributo surrealista que penalizaba precisamente lo que deberíamos fomentar: la producción de energía limpia y descentralizada.
En 2018, la derogación de esta tasa fue aplaudida como la puerta abierta hacia la autosuficiencia.
Pero tras el optimismo, algo se viene gestando en silencio.
Un nuevo sistema de “peajes”, regulaciones opacas y fórmulas poco transparentes amenaza con revivir este impuesto bajo otro rostro, uno más sutil.
No lo llaman impuesto, pero se siente como tal
Lejos de un titular alarmista, lo que está ocurriendo tiene implicaciones reales, tangibles y silenciosas.
La generación distribuida, el autoconsumo compartido, la inyección a red… todo parece más complicado cada mes.
El Real Decreto 244/2019, aunque trajo avances, también abrió la puerta a algo menos comentado: la imposición de nuevos cargos por respaldo, balance neto y uso de infraestructuras.
¿El resultado?
Pagas por usar tu propia energía.
¿No suena familiar?
¿Cómo se materializa este “nuevo impuesto”?
- Reducción drástica en la compensación por excedentes de energía vertida a la red.
- Costes ocultos de acceso y cargos fijos en tus facturas aunque no consumas de la red.
- Demoras burocráticas surrealistas para legalizar instalaciones.
- Incertidumbre regulatoria que disuade nuevas inversiones domésticas.
Todo esto no tiene un nombre escandaloso, pero tiene efectos muy reales.
Un caso real que te lo hará ver claro
En Valencia, María instaló paneles solares en su vivienda unifamiliar en 2022.
Hizo los cálculos: en cinco años recuperaría su inversión gracias al ahorro previsto.
Pero en menos de 18 meses, la previsión se diluyó.
¿Por qué?
El precio al que la comercializadora le “compra” los excedentes de energía bajó sin previo aviso.
Pasó de 0,11€/kWh a cifras cercanas a 0,04€/kWh.
Y mientras tanto, su factura incluía peajes, costes regulados y cargos fijos por mantener el contrato con la red eléctrica.
En resumen: ella produce la energía, pero el sistema no le permite beneficiarse completamente de esa producción.
¿Te suena justo?
No es un caso aislado
En Andalucía, cientos de comunidades energéticas en desarrollo se paralizaron durante 2023.
El motivo: la nueva normativa complicó el acceso a la compensación colectiva de excedentes.
Una medida que debería incentivar el colectivo solar, ahora desincentiva la colaboración entre vecinos.
Estamos repitiendo los errores del pasado, sólo que ahora con una capa de maquillaje verde institucional.
¿Por qué nadie habla de esto?
Las grandes eléctricas tienen intereses claros y potentes equipos de lobby.
No es conspiración: es negocio.
Cuanto más autoconsumo exista, menos dependen de ellas los ciudadanos.
Y sabemos que eso no les conviene.
Por eso los mecanismos para “compensar” a los pequeños productores resultan cada vez menos atractivos.
Porque muchos hogares, simplemente, no entienden cómo leen sus recibos ni dónde va su energía excedente.
Todo esto configura un modelo que no penaliza directamente el sol… pero lo encarece, lo enreda, lo limita.
¿Estamos ante un freno disimulado a la revolución solar?
Muchos expertos lo consideran así.
No será con impuestos visibles, sino con trabas segmentadas, lentas… y legales.
En lugar de reclamar la energía descentralizada como un derecho ciudadano, nos están vendiendo el autoconsumo como un privilegio condicionado.
¿Qué puedes hacer si ya tienes placas solares?
Aunque el contexto sea hostil, no estás solo ni sin herramientas.
- Revisa tu contrato con la eléctrica: detecta cargos innecesarios u opciones mejores.
- Únete a asociaciones: plataformas como UNEF o Ecooo ofrecen defensa legal y guía.
- Apóyate en comunidades energéticas: el verdadero poder está en lo colectivo.
- Pon presión democrática: firma peticiones, contacta con tu representante político.
- Informa y reclama: cada queja enviada a la CNMC o ministerios deja constancia.
Tu voz importa más de lo que crees cuando se suman muchas voces del mismo lado.
¿Hacia dónde vamos realmente?
España presume de ser líder en energía solar.
Pero la realidad del pequeño productor contradice ese relato oficial.
Las grandes instalaciones fotovoltaicas sí reciben primas millonarias.
Pero los hogares que impulsan el tejado solar solo consiguen migajas… cuando consiguen algo.
El verdadero enemigo del autoconsumo no es el Sol. Ni siquiera el clima. Es el modelo que sigue beneficiando a los de siempre.
Lo que nadie te dice sobre la transición energética
La transición verde que promete ser limpia e igualitaria corre el riesgo de convertirse en una transición secuestrada por los grandes operadores.
Esto no es una exageración: es una advertencia.
Porque la energía limpia, si no es también accesible y justa, no es verdadera sostenibilidad.
Preguntas frecuentes
¿Ha vuelto oficialmente el Impuesto al Sol?
No con ese nombre.
Pero en la práctica, ciertos cargos, limitaciones y condiciones pueden actuar como una versión encubierta.
¿Es rentable aún instalar placas solares en 2024?
Sí, pero mucho depende de la ubicación, el consumo, la normativa local y la negociación con la comercializadora.
¿Se puede revertir esta situación?
Sí. Mediante presión legislativa, demandas colectivas, mayor transparencia y empoderamiento ciudadano.
¿Qué organizaciones están liderando esta defensa?
UNEF, Fundación Renovables, Ecooo, y plataformas locales de energía comunitaria.
¿Qué impactos podría tener esto en el futuro del autoconsumo?
Podría frenar la adopción en los hogares, favorecer sólo a megainstalaciones y perpetuar la dependencia de las grandes eléctricas.
Los riesgos de callar ante un retroceso encubierto
Quienes lucharon por la caída del Impuesto al Sol saben todo lo que costó ganar esa batalla.
Hoy lo que se necesita es vigilancia ciudadana.
Porque cuando una conquista no se protege, otro la convierte en un negocio.
Y eso es exactamente lo que está pasando.
El Sol no cobra, pero el sistema cobra por él.
Si permitimos que esta tendencia crezca sin oposición, no sólo perderemos autonomía energética, sino también una de las claves de la transición ecológica justa.
En resumen, lo que parecía olvidado vuelve con fuerza, aunque disfrazado.
Y solo con información, exigencia y unidad, recuperaremos realmente el poder de nuestra energía.