¿Qué microorganismos se alimentan de plástico?
hace 2 días · Actualizado hace 8 horas

La naturaleza nunca deja de sorprendernos con su capacidad para adaptarse a los desafíos ambientales que causamos los humanos.
Uno de los problemas más persistentes y dañinos del planeta es la acumulación de plásticos contaminantes.
Y, aunque parecen indestructibles, cada vez más estudios demuestran que hay organismos microscópicos que pueden degradarlos.
Estas criaturas invisibles podrían ser nuestras aliadas inesperadas en la lucha por un mundo libre de residuos plásticos.
- La emergencia del plástico como amenaza ambiental
- ¿Qué son los microorganismos que degradan plástico?
- Especies de microorganismos que comen plástico
- La historia detrás del descubrimiento de Ideonella sakaiensis
- ¿Qué tipos de plásticos pueden ser degradados?
- Limitaciones y desafíos de esta solución
- Preguntas frecuentes sobre microorganismos que comen plástico
La emergencia del plástico como amenaza ambiental
Los plásticos están en todas partes: envoltorios, botellas, ropa, vehículos y hasta en los océanos.
Su durabilidad, que los hace tan útiles, también es la causa de su impacto ambiental a largo plazo.
Cada minuto, el equivalente a un camión lleno de basura plástica termina en nuestros mares y océanos.
Y una botella de PET puede tardar más de 450 años en descomponerse de forma natural.
Ante este escenario, los científicos han buscado soluciones más allá de las tecnologías humanas.
Y es ahí donde entran los microorganismos capaces de alimentarse de plástico.
¿Qué son los microorganismos que degradan plástico?
Se trata de bacterias y hongos que han desarrollado enzimas especiales para romper las cadenas moleculares del plástico.
Estas enzimas permiten descomponer ciertos polímeros sintéticos y usarlos como fuente de carbono y energía.
Son organismos diminutos, pero representan una alternativa prometedora para reducir los residuos plásticos acumulados.
Cómo funcionan estos microorganismos
El proceso es lento, pero efectivo bajo ciertas condiciones científicamente controladas.
Primero, el microorganismo se adhiere a la superficie del plástico como si detectara una fuente de alimento.
Después, secreta enzimas plásticas que actúan como tijeras químicas cortando la estructura del polímero.
Luego, los fragmentos más pequeños pueden internalizarse y metabolizarse por el microorganismo.
De esta manera, el plástico se convierte en agua, dióxido de carbono o biomasa inofensiva.
Especies de microorganismos que comen plástico
Hasta la fecha, se han documentado decenas de especies interesantes con estas habilidades.
Aquí te presentamos algunas de las más estudiadas por su eficacia y potencial ecológico.
- Ideonella sakaiensis: Esta bacteria fue descubierta en 2016 en Japón.
- Puede degradar PET (polietileno tereftalato), uno de los plásticos más comunes.
- Aspergillus tubingensis: Es un hongo hallado en vertederos de Pakistán que degrada plásticos en semanas.
- Pseudomonas putida: Bacteria que ha demostrado consumir espuma de poliestireno o “plástico duro”.
- Bacillus subtilis: Contribuye en la transformación de bioplásticos compostables en residuos orgánicos.
Además, hay comunidades microbianas que actúan en grupo atacando plásticos en ambientes propicios como suelos contaminados o mares tropicales.
Microorganismos marinos: limpiadores ocultos
En los mares, se han identificado bacterias capaces de descomponer microplásticos flotantes.
Algunas de ellas pertenecen a los géneros Alcanivorax y Rhodococcus, conocidos por degradar hidrocarburos.
Estos pequeños aliados actúan en los desechos minúsculos que escapan a la recogida tradicional.
La historia detrás del descubrimiento de Ideonella sakaiensis
En 2016, un grupo de investigadores japoneses examinaba muestras de desechos plásticos del suelo en una planta de reciclaje cerca de Osaka.
Allí encontraron lo que parecía una actividad anómala: algunas botellas de PET mostraban signos de degradación natural.
Intrigados, los científicos aislaron una bacteria desconocida.

Tras meses de investigación, descubrieron que podía alimentarse exclusivamente del PET como fuente de energía.
La bautizaron Ideonella sakaiensis, en honor al lugar donde fue hallada.
Este microorganismo poderoso producía dos enzimas clave: PETasa y MHETasa.
Ambas transformaban el plástico PET en compuestos más simples fácilmente degradables.
La comunidad científica reaccionó con entusiasmo, considerándolo un avance histórico en biotecnología ambiental.
Hoy en día, se estudia cómo mejorar esa capacidad para aplicarla a escala industrial.
Una línea de investigación reciente incluso modificó las enzimas para aumentar cinco veces su velocidad natural.
Esto abre nuevas puertas hacia reciclajes biológicos eficientes que sustituyan métodos contaminantes como la incineración.
Este caso demuestra cómo, con observación y ciencia, la naturaleza puede ofrecer soluciones inesperadas a nuestros errores.
¿Qué tipos de plásticos pueden ser degradados?
No todos los plásticos son igual de resistentes al ataque microbiano, pero ya se han identificado varios que sí pueden degradarse.
- PET (polietileno tereftalato): Botellas, bandejas de alimentos y envases.
- Poliestireno: Vasos desechables, embalajes de electrodomésticos.
- PU (poliuretano): Espumas de asientos y materiales acolchados.
- Polietileno de baja densidad: Bolsas plásticas delgadas.
- Bioplásticos como PLA: Utensilios y envases biodegradables basados en almidón de maíz.
Algunos de estos todavía requieren ingeniería genética microbiana para alcanzar niveles efectivos de biodegradación.
Limitaciones y desafíos de esta solución
A pesar del potencial, hay muchos retos pendientes para aplicar esta solución de forma masiva.
Los microorganismos necesitan ambientes específicos de temperatura, humedad y PH para funcionar bien.
Funcionar a escala industrial implica desarrollar sistemas de biorreactores complejos.
También existen preocupaciones éticas y de bioseguridad sobre liberar microorganismos modificados en el ambiente.
Además, la mayoría de los plásticos no están diseñados para facilitar su biodegradación.
Por eso, el enfoque preventivo sigue siendo clave: producir menos plástico y elegir materiales alternativos.
Preguntas frecuentes sobre microorganismos que comen plástico
¿Estos microorganismos podrían comerse plásticos en la naturaleza libremente?
No a gran escala todavía.
Las condiciones ideales solo ocurren en laboratorios o biorreactores controlados.
¿Pueden generar residuos tóxicos?
En general, sus subproductos son seguros: agua, CO₂ o biomasa, pero depende del tipo de plástico original.
¿Pueden mejorarse genéticamente?
Sí, mediante bioingeniería se intenta potenciar su eficacia sin afectar al entorno natural.
¿Qué tan rápido degradan el plástico?
Algunas especies tardan semanas, otras meses, mucho más rápido que la descomposición natural.
¿Se usan ya comercialmente?
Hay proyectos piloto en Europa, Japón y Estados Unidos, pero todavía no hay implementación global.
En resumen, los microorganismos que comen plástico representan un rayo de esperanza en medio de la crisis mundial de residuos.
Su capacidad de transformar basura en compuestos no contaminantes refuerza el poder de la biotecnología ambiental.
Sin embargo, su implementación aún enfrenta barreras técnicas y económicas.
La solución definitiva llegará cuando estas tecnologías sean parte de un modelo más sostenible y consciente de consumo.

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