¿Qué ocurre cuando mezclamos diferentes tipos de plásticos al reciclar?
hace 3 días · Actualizado hace 9 horas

Cada vez que depositamos nuestros residuos plásticos en el contenedor de reciclaje, pensamos que el trabajo está hecho.
Sin embargo, la correcta separación de tipos de plásticos es fundamental para que ese reciclaje realmente funcione.
¿Qué ocurre cuando diferentes plásticos se mezclan durante el proceso de reciclado?
La respuesta tiene importantes implicaciones ambientales, económicas y técnicas.
- La diversidad de los plásticos: una realidad poco conocida
- ¿Qué pasa cuando se combinan plásticos incompatibles?
- Impacto ambiental de reciclar mal los plásticos
- ¿Por qué es tan difícil separarlos?
- Ejemplo real: una planta que rechazó toneladas de plástico reciclado
- Cómo evitar la mezcla de plásticos en casa
- Preguntas frecuentes sobre la mezcla de plásticos en el reciclaje
- ¿Hay alternativas al reciclaje para estos plásticos?
La diversidad de los plásticos: una realidad poco conocida
No todos los plásticos son iguales.
Existen múltiples tipos de plásticos, cada uno con propiedades físicas, químicas y usos particulares.
Los más comunes se clasifican de la siguiente manera:
- PET (Tereftalato de polietileno): botellas de agua, refrescos, envases.
- HDPE (Polietileno de alta densidad): envases de detergente, bidones.
- PVC (Policloruro de vinilo): tuberías, tarjetas bancarias, algunos envases alimentarios.
- LDPE (Polietileno de baja densidad): bolsas de supermercado, envoltorios plásticos.
- PP (Polipropileno): tapaderas, utensilios, envases de yogur.
- PS (Poliestireno): bandejas de carne, vasos descartables, embalajes.
- Otros: policarbonatos, bioplásticos, mezclas de plásticos no identificables.
Cada uno de estos plásticos tiene diferentes temperaturas de fundición, densidad, color y toxicidad.
Esto significa que no pueden reciclarse juntos sin alterar la calidad del producto resultante.
¿Qué pasa cuando se combinan plásticos incompatibles?
Cuando se mezclan tipos distintos de plásticos durante el reciclado, se produce un efecto similar a mezclar aceite y agua.
Al fundirse juntos, los materiales no se integran bien, generando mezclas heterogéneas de baja calidad.
Estas mezclas dan lugar a productos frágiles, con poca resistencia mecánica y utilidad limitada.
En muchos casos, ese material no puede volver a usarse como envase alimentario ni tener una función duradera.
Además, la contaminación cruzada puede bloquear o dañar los equipos industriales de reciclado.
Por eso, muchas plantas simplemente rechazan aquellos lotes contaminados por la mezcla de plásticos no compatibles.
Y eso se traduce en material reciclable que termina de nuevo en los vertederos.
Impacto ambiental de reciclar mal los plásticos
El reciclaje incorrecto tiene varias repercusiones negativas.
Primero, reduce la eficiencia del sistema de reciclaje municipal y aumenta costes operativos.
Segundo, incrementa la dependencia de los plásticos vírgenes derivados del petróleo.
Por último, perpetúa la contaminación ambiental, ya que muchos de estos plásticos desechados acaban en océanos y suelos.
Una planta de reciclaje en Madrid reportó que, durante 2022, más del 30% del plástico recogido tuvo que ser descartado por contaminación cruzada entre tipos incompatibles.
Eso significa que miles de kilos de residuos plásticos reciclables no pudieron aprovecharse.
Una de las consecuencias más preocupantes es que los microplásticos generados por estos residuos mal procesados terminan afectando la fauna marina e incluso entrando en la cadena alimentaria humana.
¿Por qué es tan difícil separarlos?
Separar los diferentes tipos de plásticos no siempre es fácil.
Algunos productos están hechos con capas múltiples de películas plásticas, lo que complica su clasificación automática.
En otros casos, el etiquetado es confuso, inexistente o incorrecto, lo que impide al ciudadano identificar el tipo de plástico que está desechando.
Además, muchos envases combinan materiales (por ejemplo, plástico y papel) de forma inseparable.
A esto se suman limitaciones tecnológicas en las plantas de reciclaje, que no siempre cuentan con equipos avanzados de separación por infrarrojos o flotación densimétrica.
¿Esto significa que no sirve reciclar si no lo hacemos bien?
Todo lo contrario.
Cuando separamos correctamente los plásticos según su tipo, maximizamos las tasas de reciclabilidad y la calidad del material reciclado.

Por eso, es fundamental conocer los símbolos de reciclaje y seguir las recomendaciones de separación selectiva.
Ejemplo real: una planta que rechazó toneladas de plástico reciclado
En 2021, una planta de tratamiento de residuos plásticos en Barcelona recibió un cargamento de 23 toneladas de supuestos envases plásticos del contenedor amarillo.
Sin embargo, al analizar el contenido, detectaron que más del 40% del material estaba contaminado por plásticos que no podían fundirse juntos.
Entre botellas de PET se habían mezclado bolsas de LDPE, bandejas de poliestireno e incluso restos de PVC.
La planta intentó separar los materiales manualmente, pero el volumen era demasiado alto y no contaba con los recursos suficientes.
Finalmente, más de 9 toneladas de ese envío terminaron en vertederos o fueron incineradas, debido a la imposibilidad de tratarlos de forma efectiva.
Este episodio generó preocupación entre las autoridades municipales, que comenzaron una campaña de concienciación sobre la correcta separación de residuos.
A pesar del coste, se invirtió en etiquetado más claro en los contenedores y se impulsaron guías ciudadanas con ejemplos visuales de qué va en cada depósito.
Tras 12 meses, las tasas de rechazo se redujeron en un 18%, un avance significativo en la mejora de la gestión de residuos urbanos.
Cómo evitar la mezcla de plásticos en casa
La clave está en la prevención.
Separar correctamente los residuos desde el origen es la medida más efectiva y económica para asegurar un reciclaje exitoso.
Algunas recomendaciones útiles incluyen:
- Identificar el tipo de plástico en el reverso del envase según el número del triángulo.
- No introducir productos sucios o con restos de comida, ya que contaminan todo el lote.
- No mezclar materiales: si el envase combina plásticos con papel, separar o desechar adecuadamente.
- Reducir el uso de productos plásticos innecesarios antes de pensar en reciclar.
Además, muchas aplicaciones móviles permiten escanear códigos y saber si el producto se puede reciclar y cómo hacerlo.
Tomarse unos segundos más al tirar la basura hace una gran diferencia.
Preguntas frecuentes sobre la mezcla de plásticos en el reciclaje
¿Por qué se usan diferentes tipos de plásticos en productos similares?
Cada tipo tiene cualidades específicas: transparencia, rigidez, flexibilidad o resistencia al calor.
Las empresas eligen el material según el uso que tendrá el envase o producto final.
¿Qué pasa si pongo un plástico en el contenedor incorrecto?
Puede contaminar todo un lote reciclable y hacer que termine en vertederos o incineradoras.
Un solo error afecta a cientos de kilos de residuos.
¿Es mejor desechar un plástico mal clasificado que arriesgarse a reciclarlo mal?
No, lo ideal es informarse bien antes de desechar.
Cada municipio tiene guías específicas que se deben seguir.
¿Qué pasa con los plásticos tipo “otros” (número 7)?
En general, no se reciclan, a menos que la planta tenga instalaciones especializadas.
Lo mejor es evitarlos o verificar con el punto limpio de tu ciudad.
¿Hay alternativas al reciclaje para estos plásticos?
Sí, existen tecnologías como la pirólisis, el reciclaje químico o la valorización energética.
Aun así, son costosas, requieren mucha energía y no están exentas de impacto ambiental.
En este contexto, la reducción y la reutilización siguen siendo las estrategias más sostenibles.
Empresas innovadoras ya están desarrollando plásticos monomateriales reciclables fácilmente, o incluso materiales biodegradables no derivados del petróleo.
La economía circular depende, en gran medida, de un diseño de producto inteligente además de una correcta gestión del residuo.
En resumen, cuando distintos plásticos se mezclan en el reciclaje, se complica fácil lo que parecía sencillo.
La contaminación cruzada reduce la calidad del plástico reciclado, eleva los costes y perjudica al medio ambiente.
Pero con educación, atención y colaboración, cada uno de nosotros puede marcar la diferencia desde su casa.

Reciclar bien no solo evita problemas: transforma residuos en recursos útiles para un futuro más sostenible.
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