¿Cómo afecta la hidroeléctrica a la temperatura del agua de los ríos?
hace 1 mes

Los ríos son ecosistemas vivos que dependen de su equilibrio térmico para mantener la biodiversidad y la calidad del agua. Sin embargo, cuando se construyen centrales hidroeléctricas, pueden producirse cambios en la temperatura del agua, alterando su dinámica natural.
El impacto de las hidroeléctricas en la temperatura del agua
Las represas hidroeléctricas no solo modifican el caudal de los ríos, sino también su temperatura. Esta alteración térmica puede afectar gravemente la fauna y flora acuática.
Cuando el agua se retiene en un embalse artificial, pasa por un proceso de estratificación térmica, generando diferencias significativas en la temperatura entre la superficie y el fondo del embalse.
Al liberar el agua desde diferentes profundidades, las hidroeléctricas pueden alterar drásticamente la temperatura del río, provocando cambios inesperados en el ecosistema.
Factores que influyen en la temperatura del agua
La manera en que una presa afecta la temperatura de un río depende de varios factores, entre ellos:
- Profundidad del embalse: Embalses más profundos tienden a liberar agua más fría desde el fondo.
- Tiempo de retención: Mientras más tiempo pasa el agua en el embalse, mayor es la alteración térmica.
- Ubicación geográfica: Ríos en climas cálidos pueden sufrir un aumento en la temperatura al estar expuestos por largo tiempo.
- Modo de descarga: Si el agua se libera desde la superficie, tiende a ser más cálida; si proviene del fondo, suele ser más fría.
Las consecuencias ecológicas de estos cambios
El aumento o disminución de la temperatura del agua en los ríos puede generar impactos negativos en la biodiversidad acuática.
Muchas especies de peces y microorganismos dependen de un rango térmico específico para sobrevivir, reproducirse y desarrollarse.
Si la temperatura del agua sube o baja demasiado, puede provocar estrés en las especies, alterar su metabolismo e incluso generar la muerte masiva de organismos sensibles.
Ejemplos de especies afectadas
Algunas especies de peces como la trucha y el salmón necesitan aguas frías para su desarrollo. Si las represas generan un aumento en la temperatura, estas especies pueden verse desplazadas o en peligro.

Por otro lado, aguas más cálidas pueden favorecer la proliferación de algas y bacterias, afectando la calidad del agua y reduciendo los niveles de oxígeno disuelto.
Una historia que lo ejemplifica
Un caso emblemático ocurrió en el río Klamath, en Estados Unidos, donde la construcción de represas hidroeléctricas alteró significativamente la temperatura del agua.
Durante la temporada de desove, los salmones que migraban río arriba encontraron temperaturas más elevadas de las habituales, lo que llevó a una mortandad masiva.
Además, la proliferación de algas tóxicas causada por el agua más cálida generó problemas de contaminación, afectando comunidades indígenas que dependían del río para su sustento.
Esto muestra cómo la alteración térmica generada por las hidroeléctricas puede causar efectos en cadena, afectando tanto a la vida silvestre como a los humanos.
¿Qué soluciones existen para mitigar estos efectos?
Aunque las hidroeléctricas pueden alterar la temperatura del agua, existen estrategias para reducir su impacto:
- Mejorar el diseño de los sistemas de descarga: Utilizar estructuras que permitan mezclar aguas de diferentes profundidades.
- Monitorear constantemente la temperatura: Medir los cambios térmicos permite tomar medidas correctivas antes de que el daño sea irreparable.
- Restaurar zonas ribereñas: La siembra de vegetación a lo largo de los ríos ayuda a regular la temperatura del agua.
- Eliminar presas obsoletas: En algunos casos, desmantelar represas en desuso ha permitido recuperar el equilibrio térmico de los ríos.
Preguntas frecuentes
¿Todas las hidroeléctricas afectan la temperatura del agua?
No. Depende del diseño, la profundidad del embalse y la forma en que se libere el agua. Algunas centrales modernas han integrado mecanismos para minimizar este impacto.
¿Existen ríos que se han recuperado tras el retiro de una represa?
Sí. Un ejemplo es el río Elwha, en EE.UU., donde tras la demolición de una represa, la temperatura y el ecosistema fluvial se restauraron en pocos años.
¿El cambio de temperatura afecta también a los humanos?
Indirectamente, sí. La proliferación de microorganismos nocivos en aguas más cálidas puede generar problemas de salud pública, además de afectar la pesca y el suministro de agua potable.

En definitiva, las hidroeléctricas pueden tener un alto impacto en la temperatura de los ríos si no se manejan adecuadamente. La alteración térmica puede afectar la biodiversidad acuática, la calidad del agua y la estabilidad de los ecosistemas fluviales. Aplicar estrategias de mitigación es clave para reducir estos efectos y garantizar un equilibrio entre la generación de energía y la conservación ambiental.
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